Capitulo I
Ella es Elena
Cuando vi a Elena por primera vez, yo le sonreí y ella solo
me quedó viendo de una forma extraña como preguntando ¿de qué te ríes? Soy su amiga hasta el día de hoy, y no creo
que haya alguien en mi vida más extraordinaria que ella, en ese entonces
teníamos unos once años, íbamos a la misma escuela, ella era la más bonita del salón
de clases, tez trigueña clara, delgada, ojos café, y pelo castaño, muy
abundante y hermoso, muy bien cuidado, la más inteligente siempre, posiblemente
era la más pobre del grado. Era huérfana (vivía con sus abuelos paternos que
aún eran jóvenes talvez de unos 50 años y
tenían un pequeño restaurante en el centro de la ciudad, como a 500 metros de
la casa, todo el día pasaban en el
restaurante, con ellos vivían sus otros 4 nietos: 2 niños pre adolescentes y 2 niñas
adolescentes al parecer esos nietos habían sido dejados por sus padres en casa
de sus abuelos cuando emigraron a trabajar a Estados Unidos.
Elena era una nieta más y la menor de todos ellos, la última que
había llegado a la casa, una casa que alguna vez fue bonita muy grande, pero
estaba muy descuidada, prácticamente en ruinas, Elena tenía su propio cuarto,
amaba la soledad.
A pesar de sus hipersensibilidad sensorial (tacto, vista,
oído, olfato, gusto), Elena había aprendido por medio de los libros a
desenvolverse muy bien, vivíamos en uno
de los barrios más populosos de la ciudad, justo en el centro, Elena aprendió a
ignorar el ruido, en el barrio había
todo tipo de negocios, y unas cuantas casas viejas como abandonadas, en una de
esas vivía Elena y enfrente de ella, vivía yo,
a simple vista por su apariencia se veía como una niña más, solo que de cerca era más fina,
más delicada, tenía las manos más suaves que yo jamás pude imaginar, ella
estaba segura de quien era, era directa, demasiado honesta, nunca le importó el
qué dirán, escuchaba a los maestros y pensaba en hacer las cosas bien, tal y
como ellos lo indicaban, seguir las reglas era fácil para ella, era más difícil
cuando no había reglas y tenía que adivinar lo que los demás querían, con su
promedio de 100 en matemáticas no tenía que ir a los últimos exámenes, estaba
eximida todo el tiempo al final del año escolar, por ella conocí el significado
de eximida…así que…Al estar eximida, no iba a la escuela, dormía hasta tarde,
básicamente tenía más vacaciones que el resto, vacaciones en las que no sabía
qué hacer, no tenía con quien hablar ya que los familiares con los cuales vivía
no eran ni cercanamente parecidos a ella y rara vez coincidían en algo, así que
generalmente se encerraba en su cuarto, su vida era estudiar cuando iba a clases y
buscar información en alguna enciclopedia cuando estaba en casa (no había
internet en las casas en ese tiempo).
Intentó jugar al aire libre porque en los libros que había
leído en la escuela decía que era bueno para la salud, al igual que comer
frutas, (aunque ella no podía tragar las cáscaras, las frutas que comía debían
estar peladas), tomar 8 vasos con agua al día, dormir con las ventanas
abiertas, de hecho intentó dormir con las ventanas abiertas, pero sus abuelos
no se lo permitieron, ya que, la zona se había convertido en una zona
peligrosa, en donde los ladrones rondaban las casas en la noche, cuando se proponía jugar fútbol jugaba bien,
cuando mucho le insistían los otros niños de la escuela, pero pensaba que no
debía quitarles el lugar a los otros, porque así le había enseñado su primera
maestra, cada quien tenía su talento, y el suyo posiblemente no eran los
deportes, así que, aunque entendía todas las reglas y tenía cierta habilidad
para jugar cualquier deporte, no jugaría porque los demás no eran buenos para
estudiar y ella sí, por tanto: debían entonces los demás ser mejores que ella
en los deportes. Su razonamiento siempre era lógico. Además siempre protegía su
piel del sol, pensaba que si no hubiese
sol entonces podría jugar todo el día, pero había sol así que… ¡no!
Era alérgica a los olores florales, cuando le daba la alergia
parecía tener gripe, siempre andaba un
pañuelo por si acaso, también tenía miedo a los ruidos fuertes, y era intolerante
a la mentira, su alergia, miedo e intolerancia, eran sus debilidades, cuando
tenía algún episodio de estos, nuestros compañeros de escuela pensaban que estaba enferma, pero a ellos no
les importaba por dos razones: 1) no duraba mucho 2) Ella era quien resolvía
sus problemas de matemáticas y ortografía que tanto les costaba… Así era como Elena controlaba que no se burlaran
de ella, si alguno osaba burlarse no le daría copia de las tareas de
matemáticas y ortografía y además los
golpearía con su látigo de la disciplina. (Látigo: cuerda que utilizaban para
saltar en la escuela, en esa época, principios
de los 1990’s a Elena le funcionaba como látigo, para golpear al que se burlara
de ella, así que por su bien no lo hacían.)
Puedo decir que Elena durante la escuela jamás fue víctima,
ni se victimizó, nunca se permitió sentirse menos que nadie, porque sabía que
no lo era, simplemente lo sabía…
Elena se obsesionaba con ciertas cosas en cierto tiempo, a
esa edad estaba obsesionada en escribir un libro y escribir poemas, así que
como quería y podía hacerlo lo hizo.
Escribía después de la escuela, dijo
que los poemas eran acerca de la vida, del amor, tenía mucho talento para eso,
terminó el libro, y lo guardó.
Capitulo II
Elena se hace mi amiga por obligación.
No todo era color de rosa para Elena, porque era
huérfana, y se estaba criando con quienes
habían aceptado tenerla en su casa pero no por amor sino por compromiso, básicamente
por ser “buena gente” no fue maltratada físicamente, y sus abuelos casi nunca
la regañaban porque ella era una niña obediente, pero al tener un coeficiente
mayor que los demás, los demás, la veían, como la rara, los otros chicos de la
casa, pensaban que estaba loca, y constantemente se lo decían, a lo que ella
simplemente respondía, mi mente...continuará...
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